Levantamos la voz con el alma rota y el corazón encendido por la indignación. Ha caído, vidas inocentes, ciudadano y ciudadana, estudiante de nuestra tierra, bajo las sombras de la violencia que ha querido manchar con sangre el suelo sagrado del saber, de la esperanza, de la juventud.
No podemos permitir que la muerte se normalice ni que el miedo se instale como huésped en nuestra hermosa provincia, como se ha vivido el día de hoy con el deceso de nuestra estudiante. No podemos callar cuando la injusticia golpea a nuestras puertas, ni permanecer sentados mientras la impunidad danza en las calles. El dolor de hoy es una llama que debe encender la conciencia de todos.
A ti, juventud altiva, te hablo: Que no te quiten la voz, que no te arranquen el derecho a soñar, a estudiar, a caminar libre. Levántate como antorcha viva en medio de la oscuridad, como canto que atraviesa el silencio de la indiferencia.
No se
trata solo de gritar en las calles, sino de resistir con pensamiento, con arte,
con acción y con unidad. El crisol de la vida nos forja, y es en ese fuego
donde debemos templar nuestra dignidad.
Que los lugares en el que nos desenvolvemos no se constituyan en cárceles del miedo, sino trincheras de ideas.
Que cada paso que demos sea un acto de rebeldía contra la violencia, contra la
corrupción, contra el olvido.
¡Ni una
vida más en manos de la barbarie!
¡Ni un joven más asesinado por el abandono y la desidia!
¡Que la justicia no se demore ni se niegue!
Desde las
entrañas de nuestra querida provincia de Santa Elena, brote el clamor: ¡Memoria,
justicia y lucha! Por los que ya no están, por los que estamos, por los que vendrán.
¡Por la
vida, por la justicia, por la paz!
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ResponderEliminarUna parte de nosotros se ha ido con las vidas que la violencia nos arrebató. Siento una mezcla de dolor, rabia e impotencia, pero también una firme determinación. No podemos permitir que el miedo se normalice ni que el olvido cubra lo que hoy nos ha estremecido. Este no es solo un día de luto, es un llamado urgente a despertar, a luchar por la justicia, por la memoria y por la vida.
ResponderEliminarDesde lo más profundo de mi corazón, me uno al clamor de quienes no callan. Por los que ya no están, por los que estamos, por los que vendrán: no dejaremos que sus nombres se pierdan ni que sus sueños mueran en vano.
Cuando la violencia entra a los espacios donde se aprende y se sueña, no solo se pierden vidas, también se rompe la esperanza del futuro, entendemos la situación del país, pero escondernos no resolverá nada, nuestro destino ya está escrito queda en nosotros elegir el correcto.
ResponderEliminarLastimosamente la crueldad de este mundo ya no solo depende de la educación, si no de las injusticias del gobierno.
ResponderEliminar¡Gobierno que no escucha las plegarias del pueblo!
Que indignación y a su vez un terrible dolor, como es posible que a las personas que queremos salir adelante seamos víctima de personas sin conciencia.
Terrible suceso, hoy no solo fallecieron personas inocentes, también un pequeño que también tenía derecho a la vida.
Con tanta delincuencia el estudiar también se ha vuelto una inseguridad, salimos de nuestras casas despidiéndonos de nuestras familias con la esperanza de volver, esperanzas que son recatadas en unos cuantos segundos dejando con un profundo dolor a nuestras familias y conocidos.
Solo se pide justicia ante tanta maldad !!
Lamentable lo que sucedió hoy en los exteriores de la Upse y consternados, nos pudo ver pasado a unos de nostros. No se puede quedar así. Justicia para las alumnas que perdieron la vida y apagaron sus deseos se ser profesionales y dar un mejor porvenir a sus familiares. Pido también más seguridad a los directivos de la universidad.
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ResponderEliminarMuy triste todo lo sucedido, duele y debemos exigir justicia no puede quedar impune como también exigimos la seguridad para todos los estudiantes de la Universidad. Para la familia de las víctimas les envio un abrazo muy solidario, que dios les de paz en medio de todo este dolor.
ResponderEliminarNo hay palabras suficientes para describir la impotencia, las manos atadas y el dolor a tan terrible suceso. Es desgarrador pensar o ver qué un lugar donde debería prevalecer los sueños y el conocimiento, hoy se haya visto como un lugar al cual temer, el lugar que siempre se debería ver reflejado como un lugar anhelado al cual muchos jóvenes desearían estar entre su alumnado hoy sea vea como un lugar de miedo, lágrimas, angustia y pérdida.
ResponderEliminar¡Ya basta! No podemos seguir normalizando el horror. Necesitamos un cambio real, urgente. Que la justicia no sea un privilegio, sino un derecho. Que la paz no sea una utopía, sino una realidad construida por todos.
Que las muertes del día de hoy dejen o marquen un precedente frente a nuestras autoridades para que ponga manos firmes contra esta delincuencia imparable.
Hoy no solo una estudiante que soñaban cumplir sus metas sucumbió y otra que aún lucha por seguir con su vida, si no más bien fue y es, mentes brillantes que esperaban y aún una lucha por ser un aporte bueno para mejorar esta sociedad que al parecer se está acostumbrando a estas situaciones. No! mis estimados compañeros, no debe ser normal este tipo de situaciones y barbaries.
Hoy más que nunca, me uno a ese grito de dignidad, de resistencia, de memoria. Que no nos callen, que no nos quiten la esperanza. Porque merecemos vivir sin miedo. Porque nadie más debería morir así.
¡Por la vida, por los que se fueron y por los que seguimos de pie!
Duele el alma ver cómo se apaga la vida de quienes apenas comenzaban a soñar. No es justo, no es normal, y no debe ser aceptado con silencio. Lo que pasó nos toca a todos, y remueve lo más profundo del corazón. Que este dolor nos despierte, nos una y nos impulse a proteger lo que verdaderamente importa; nuestras vidas...😞
ResponderEliminarTerible lo que sucedio el dia de hoy desgarradora cituacion.Ahora el estudiar en ves de ser un privilegio se ha convertido encertidumbres, miedos, si al salir de casa y llegar a la universidad que es el lugar educativo para formarnos como profecionales, hoy en dia sea el lugar donde mueran inocentes sin seguridad alguna y quedando nuestros libros con nuestras muchilas en el suelo del plantel.😥sin el regreso a casa de donde salimos.
ResponderEliminarEl poder de hacer el llamado a la acción, para así no ser arrebatados de los sueños que tenemos por vivir y cumplir, el digno homenaje a las víctimas de la violencia, el dolor es irreparable para las familias de aquellas personas, la indignación y la resistencia es realmente impactante, la esperanza no se puede perder, el alcance de una unión de acción colectiva podría lograrse, para obtener los derechos, la justicia y la paz.
ResponderEliminar"La inocencia arrebatada por la violencia sin sentido. Una vida joven truncada por la bala que no era para ella. ¿Qué justicia puede haber cuando la víctima es la pureza misma? La impunidad es un veneno que corroe la conciencia de una sociedad. Exijamos justicia para que la memoria de las personas inocentes no sea solo un recuerdo doloroso, sino un llamado a la acción para detener la violencia y proteger la vida de los que aún estamos aquí."
ResponderEliminarLo más doloroso es salir de casa y irnos a seguir con uno de nuestra propósitos que es estudiar y que ahora tengamos el miedo de que ya no tenemos ni la seguridad para estar tranquilos en la calle ,tanta maldad y sin imaginar el dolor tan grande de los familiares al enterarse que sus familiares murieron de una manera tan fea😞 justicia para los compañeros
ResponderEliminarEs desgarrador ver cómo la injusticia y la crueldad del mundo nos afectan a todos, sin importar quiénes somos. El gobierno parece sordo a las súplicas del pueblo, mientras la violencia y la inseguridad nos acechan en cada esquina, en cada calle, en cada hogar. La pérdida de vidas inocentes, incluidos niños que apenas comenzaban a vivir, es un golpe devastador que deja cicatrices imborrables. La educación se ha convertido en un riesgo, y cada día es una lucha por sobrevivir, por aprender, por crecer. La indignación y el dolor nos invaden, y solo pedimos justicia para las víctimas y sus familias, justicia que no puede devolver la vida a los que se fueron, pero que puede evitar que otros sufran el mismo destino.
ResponderEliminarNo debe permanecer como una anécdota más en la memoria es una voz estremecedora que nos exhorta a despertar, a no acostumbrarnos a la violencia, a no permitir que el temor ocupe el trono del aprendizaje y la esperanza. Las vidas usurpadas demandan compromiso, honestidad y equidad. Que el sufrimiento se convierta en fuerza comunitaria, y que el recuerdo de aquellos que cayeron inspire a una generación que no cede, que se levanta y protege la vida, la paz y la educación como derechos divinos.
ResponderEliminarMuy triste lo sucedido aún no puedo dejar de pensar en esa madre que hoy llora la pérdida de su hija, en la joven que esta luchando por su vida y en el vacío que deja esta tragedia en sus familias. La impotencia y la tristeza nos abrazan a todos, porque esto no debería estar pasando. Ninguna madre debería enterrar a su hija, ningún estudiante debería temer por su vida al acudir a estudiar.
ResponderEliminarDesde lo más profundo de mi ser, envío mis condolencias y mi solidaridad a sus seres queridos. Que estas vidas no se pierdan en el olvido, que su memoria nos inspire a exigir un país más justo y más seguro.
Hoy nos toca escribir desde el dolor. Desde el vacío que deja la partida injusta de quienes compartieron aulas, sueños y esperanzas con nosotros. No hay palabras que abriguen el alma cuando la violencia irrumpe donde debería habitar la paz.
ResponderEliminarHoy, más que nunca, sentimos la urgencia de transformar la tristeza en conciencia, y la impotencia en acción colectiva. No es normal vivir con miedo. No es justo tener que despedir a jóvenes que apenas comenzaban a construir su camino.
A ellos, a su memoria, les debemos verdad, justicia y un compromiso firme con la vida.
Que su ausencia no sea silencio, sino motivo para alzar la voz y no dejarnos vencer por la indiferencia.
Lo que pasó no solo fue una tragedia, fue una herida abierta que nos duele a todos no podemos permitir que el miedo y la violencia se instalen en nuestros espacios de estudio, lugares que deben ser de paz, aprendizaje y sueños. Duele profundamente lo ocurrido no fueron solo vidas perdidas, fue un golpe directo al corazón de muchas familias, a quienes enviamos un fuerte abrazo con todo nuestro respeto y solidaridad que Dios les dé la fuerza necesaria para seguir adelante. Alcemos nuestra voz y exijamos justicia no podemos quedarnos en silencio.
ResponderEliminarCon profundo dolor expreso mis palabras antes lo sucedido del día de hoy a sus familiares, amigos, no solo les arrebataron la vida fueron arrebatados sueños, proyectos, planes futuros, esperando que esto no quede impune. El temor podemos sentir por el hecho de ser humanos pero que sean más grandes nuestros motivos de superarnos, para servir y pese a los obstáculos aspirar un porvenir mejor.
ResponderEliminarLo he dicho muchas veces tal vez la vida da muchas vueltas, y nunca sabes en qué momento tu camino tendrá un final ,(Porque todos tenemos uno, unos más trágicos que otros, algunos por decisión propia y otros sin querer irse) pero bien nos dicen "debes continuar tu camino",porque al final, no hay obstáculos, solo el recuerdo, será como el mayor de los huracanes, aquel que habrá dejado su más grande huella en las personas que fueron parte de su vida, porque no se olvida, solo se supera, solo se aprende a vivir con su recuerdo, es como un juego de azar, es decir nunca sabes cuando te tocará simplemente pasa, ganas o pierdes.
ResponderEliminarcruel y justa, una puta ruleta.
Salimos de casa a llenarnos de conocimientos para ser mejores como sociedad, sin hacer
ResponderEliminardaño a nadie, este discurso me trasmite rabia y tristeza ante la perdida de vidas inocentes que ni al momento de estudiar podamos tener esa seguridad que regresaremos a casa sanos y salvos, es lamentable lo ocurrido el día de hoy, no solo apagaron el sueño de una estudiante universitaria, también el sueño de una madre, de un padre, una hermana ver triunfar, esperando se haga justicia y que el miedo no se apropie de nosotros.
Basta ya de callar, de caminar con vendas en los ojos, que el miedo no nos domine unidos somos más; seamos luz ante oscuridad hoy forjamos un futuro incierto el cual podemos cambiar con lucha y esfuerzo demostremos qué tenemos alma de guerrero, ante estos actos atroces levantemos la mano en señal que no aceptamos vivir en sozobra... nacimos libres.... que no quede impune la muerte de inocentes....
ResponderEliminarEste hecho representa una de las caras más tragicas de la violencia estas víctimas sin tener algún vínculo con el conflicto pierden la vida por estar en el momento no adecuado
ResponderEliminarQueda en evidencia la brutalidad de un sistema que no respeta la vida ni reconoce límites este hecho violento nos recuerda lo importante que hay que fortalecer la justicia ya proteccion de los ciudadanos
🥺🖤 a muchos nos afectan este tipo de situación 😞
ResponderEliminarEs un caso muy preocupante ante este suceso de criminalista y asesinato dónde queda nuestra seguridad como estudiante y de nuestra vida 🥲❤️🩹
ResponderEliminarHoy, nuestras voces se alzan con fuerza desde el nuestro corazón dolido pero valiente de una comunidad que no olvida. Hoy 16 de mayo de 2025, le arrebataron los sueños a una de las compañeras que tenía las mismas ganas de estudiar y de salir adelante como todos los que conformamos (Upse) , Nos duele la ausencia, nos quema la injusticia. No dejaremos que el miedo apague nuestras ganas de aprender, de construir, de vivir con dignidad. Cada lágrima derramada es semilla de lucha, cada nombre perdido es un eco que exige justicia.
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